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Con Farah, por un mundo mejor

Por su derecho a la educación y contra el racismo en las escuelas. Readmisión ya.


La Plataforma Feminista de Guadalajara expresa su apoyo a la familia de Farah, la joven estudiante del Liceo Caracense que a partir de hoy y hasta el 19 de noviembre estará expulsada y no podrá acudir a clases por llevar hiyab. Desde aquí hacemos un llamamiento al IES Liceo Caracense y a la Conserjería de Educación de Guadalajara para que Farah sea inmediatamente readmitida como es su derecho.

Farah tiene trece años y este es su primer año en el IES Liceo Caracence. Después de los primeros días, quiso ir a la escuela llevando el hiyab que es parte de su vestimenta habitual. Para su sorpresa, la dejaron abandonada en el patio durante varios días y después la separaron de sus compañeras y compañeros, aislándola en un “aula de convivencia” que ni siquiera tiene ventanas, donde solo los profesores aparecen un momento para proporcionarla la tarea o los exámenes. 

Según el Liceo, el hiyab de Farah representa una violación de sus Normas de Convivencia, Organización y Funcionamiento (NCOF). Por su parte la Consejería de Educación, ha manifestado su apoyo a la conducta del centro. 

Lo de Farah se configura como un típico ejemplo de racismo contra una mujer de religión islámica que en los últimos veinte años se han hecho más frecuentes en España, así como en el resto de Europa y Norte América con motivo de los atentados terroristas de Nueva York, Madrid y Londres y de las invasiones de Afganistán y Iraq. Las mujeres musulmanas son más visibles y reconocibles con respecto a sus correligionarios varones por su vestimenta, que ha sido transformada en el símbolo de su supuesta inferioridad y falta de voluntad en adecuarse a las costumbres de una supuesta cultura occidental superior.    

Los casos como lo de Farah, tanto en el ámbito escolar como en lo laboral, son muchísimos y siguen el mismo patrón: a la mujer se le impide acudir a clases o trabajar por llevar el hiyab u otro tipo de cobertura de la cabeza y del cuello. Entonces surge siempre la misma pregunta y la razón de la respuesta es aludir a unas normas cuya existencia no había sido advertida antes. Dichas normas nunca incluyen la prohibición de llevar o exponer símbolos de otras religiones. 

La actitud racista del Liceo Caracense y de la Consejería de Educación está privando a Farah de su derecho a recibir una formación escolar y a ver respetada su identidad personal y religiosa, causando un gran daño a ella, a su familia y a toda la comunidad. Además, está sufriendo un maltrato continuado e inadmisible por parte de una administración pública como es el IES Liceo Caracense, al abandonarla durante horas en el patio del centro y aislarla durante semanas en un aula, cual celda se tratara.

Como mujeres feministas y antirracistas, su lucha por un mundo más justo es también nuestra lucha



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